LA PAGODA SHWEDAGON EN YANGÓN O EL ENCANTAMIENTO DE LOS SENTIDOS
Patricia
Viajero en Myanmar, fascinada por Myanmar
Mis viajes en Myanmar: Testigo privilegiado de la transformación
Desde la primera vez que visité Myanmar en 2013, me atrajo este país único y fascinante del sudeste asiático. En diciembre de 2020, debido a la pandemia, no pasé las vacaciones de Navidad en Myanmar, como solía hacer en los últimos años. Esta circunstancia me hizo extrañar aún más mis viajes a Myanmar. Este hecho, junto con una idea que me viene rondando durante mucho tiempo, me impulsa ahora a empezar a escribir algunos artículos cortos sobre Myanmar.
Durante estos años, visité ampliamente el país, incluida la región de Yangón, el estado Shan, la región de Mandalay, la región de Bago, el estado Kayin, el territorio de la Unión Naypyidaw, la región de Magway, el estado Mon y la región de Sagaing. Elegir un lugar o tema para empezar a escribir no es fácil, pues me vienen a la mente muchos recuerdos bonitos de los viajes a Myanmar.
La Pagoda Shwedagon en Yangón: una impresión imborrable en mis sentidos
En mis viajes a Myanmar siempre el punto de entrada al país es Yangón y siempre una visita obligada en cada viaje es Shwedagon Paya (pagoda), ubicada al oeste del lago Kandawgyi en la ciudad de Yangón. Así que creo que es un buen lugar para empezar a escribir.
La historia del origen de la pagoda Shwedagon puede leerse en las llamadas Crónicas del Gran Palacio de Cristal (Hmannan Mahayazawin-daw-gyi), la crónica real birmana más conocida de la dinastía Konbaung. Con más de 2.500 años de antigüedad, es la pagoda más importante de Myanmar y una muestra de la herencia cultural del país en cuanto a arquitectura, arte y escultura.
Destaca no solo por la complejidad de la geometría de su diseño sino también por la abrumadora presencia de elementos arquitectónicos y el omnipresente color dorado. Una cosa es visitar una tarde la pagoda Shwedagon y asombrarse con lo que los ojos ven, y otra cosa es tratar de entender, si quiera un poco, el porqué de este diseño y comprender los diferentes templos, pagodas y esculturas que conforman Shwedagon.
El acceso a la pagoda Shwedagon puede realizarse a través de 4 entradas orientadas a los cuatro puntos cardinales, siguiendo la tradición budista. El coste de la entrada es 10,000 kyats. La pagoda, con una base de terrazas con forma octogonal (paccaya), tiene una altura de más de 100 metros, y se asienta en la colina Singuttara en Yangón. Está rodeada de 64 pagodas y en cada uno de los 4 puntos cardinales hay una pequeña pagoda también.
En la parte superior de la estupa, está la sombrilla o hti, con numerosas piedras preciosas (diamantes, zafiros, rubíes). Debajo de la sombrilla hay numerosas pequeñas campanas doradas que suenan movidas por el viento. La estupa está coronada por un gran diamante.
He visitado la pagoda Shwedagon más de una docena de veces, llegando al recinto a pie y en taxi, a primera hora de la mañana y al atardecer, utilizando el ascensor y subiendo a pie las escaleras rodeadas de vendedores de flores, incienso e imágenes de Buda, para llegar a la gran terraza central, caminando alrededor de la pagoda siguiendo el sentido de las agujas del reloj, como manda la tradición budista, o sentada observando la vida alrededor. Para mí, el mejor momento es cuando anochece, sobre las seis y media de la tarde, y se genera un ambiente fascinante, lleno de tranquilidad, con la pagoda iluminada y en un pequeño muro que rodea la estupa central, las velas encendidas y el incienso humeante. Las ofrendas de flores en las pagodas que rodean la gran estupa contribuyen a crear un ambiente aún más mágico, con ese olor tan especial del jazmín.
Las grandes campanas de la Pagoda Shwedagon: aprendiendo historia de Myanmar
En la pagoda Shwedagon hay dos grandes campanas: la Campana del Rey Singu y la Campana del Rey Tharrawaddy. Hace algunos siglos había otra gran campana, de la que hablaremos más tarde.
La Campana de Rey Tharrawaddy en Shwedagon Paya me trae recuerdos de mi primera visita a Myanmar y mi primera visita a la pagoda Shwedagon en 2013. El Rey Tharrawaddy (1787 – 1846) -octavo rey de la dinastía Konbaung – donó esta campana de 42 toneladas a la pagoda Shwedagon en 1841.
Visité la pagoda por la tarde y nuestro guía nos devolvió al hotel porque estaba lloviendo. Era el último día del viaje y al día siguiente, el regreso a España. De vuelta en el hotel (Park View Hotel, Yangón), desde la ventana, estaba mirando la pagoda al anochecer, pensando que no debería haber regresado al hotel y quedarme más tiempo en la pagoda.
Como el ticket de entrada permitía la visita a la pagoda durante todo el día, no lo dude y pregunté a mi padre si quería acompañarse. Volvimos a la pagoda, donde había ya pocos locales (serían las siete y media de una tarde lluviosa) y pudimos disfrutar de una visita muy tranquila, sin apenas gente. Circunnavegando la plataforma central de la pagoda. Me llamó la atención una gran campana negra con unas franjas pintadas en rojo. Accedimos a través de unas escaleras al pabellón donde estaba y estuvimos viéndola de cerca. Al descender las escaleras para volver a la plataforma central, resbalé al estar yo descalza y el suelo de mármol mojado por la lluvia de la tarde. Esa noche en el hotel quise leer sobre el sitio donde me había caído: la Campana del Rey Tharrawaddy.
Años después, en un viaje de camino a Prome (Pyay) – Prome está situada a 8 Kms de Sri Ksetra o Thaye Khitayya, una de las antiguas ciudades Pyu en Myanmar. ¡Sri Ksetra es una visita obligada para todo viajero interesado en arqueología en Myanmar o Sudeste Asiático! – pasé por la ciudad de Tharrawaddy, al norte de Yangón, en la región de Bago.
La Gran Campana de Dhammazedi, siglos atrás localizada en la Pagoda Shwedagon: en busca de otra gran campana
En el siglo XV, la pagoda Shwedagon también albergaba la famosa Gran Campana de Dhammazedi, donada por el Rey Dhammazedi, que gobernó el reino de Hanthawaddy entre 1471 y 1492.
A finales del siglo XVI exploradores y mercaderes europeos empezaron a hacer escala en la zona sur de Myanmar, en particular en la zona de Syriam (ahora llamada Thanlyin) y Pegu (ahora conocida como Bago). En 1608, el aventurero, mercenario y señor de la guerra de origen portugués llamado Filipe de Brito e Nicote (o Nga Zinga, como se le conoce en Myanmar)- también convertido en gobernador de Syriam de 1602 a 1613- tomó la gran campana de la pagoda Shwedagon en Dagon (hoy Yangón) y se la llevó con ayuda de elefantes hacia el río Bago. El objetivo era trasladar esa campana a Syriam, través del rio, para fundirla y convertirla en un cañón de guerra. El gran peso de la carga en la barca hizo que la barca se hundiese en la confluencia de los ríos Bago y Yangón. Ha día de hoy, esta gran campana no ha podido ser localizada y rescatada del fondo del río, pesé a que se llevaron a cabo varias iniciativas de arqueología subacuática.
Si se visita Thanlyin, es interesante detenerse en las ruinas tranquilas de una antigua iglesia católica. A veces conocida como la iglesia portuguesa por estar en un antiguo asentamiento portugués y por haber existido allí anteriormente una iglesia de madera construida por portugueses, la iglesia que puede observarse ahora fue construida por un sacerdote misionero italiano llamado Paolo Nerini en 1750. Un lugar especial entre árboles, poco visitado, que custodia una tumba antigua.
Para leer más sobre Myanmar:
Ministerio de Hoteles y Turismo de Myanmar